Recorrer los 185 kilómetros del Camí de Cavalls (a pie, en bicicleta o incluso a caballo) es una forma inmejorable de conocer Menorca en profundidad; especialmente en otoño y primavera, cuando las temperaturas son más suaves. Este sendero circunvala al completo la isla, recorriendo además todos sus paisajes posibles: playas, bosques, zonas de cultivo e incluso tramos urbanos.
El origen del Camí de Cavalls (camino de caballos) se remonta al siglo XIV. Al menos, de esta época ya se tiene constancia de algunos tramos que permitían la defensa de la isla. En los siglos XV y XVI, con la construcción de las torres de defensa contra los piratas, se hizo necesaria la existencia de un camino perimetral. Su nombre viene del siglo XVIII, ya que durante la dominación británica de la isla los soldados vigilaban la costa a caballo a lo largo del sendero. Ellos le otorgaron, además, la consideración de Camino Real. Con el paso del tiempo, por desgracia, el camino quedó en desuso y su recorrido cortado por más de 100 fincas privadas.
A finales de la última década del siglo pasado, las marchas reivindicativas de la Coordinadora para la Defensa del Camí de Cavalls y la presión popular posibilitaron la promulgación de una Ley del Camí de Cavalls y la expropiación de las fincas para marcar su recorrido actual. En 2002 se declaró Bien de Interés Cultural, y en 2010 se completó su acondicionamiento, siendo incluido en las «Rutas de Gran Recorrido» europeas con la denominación GR-223. Pese a ser un camino de circunvalación, se toma como kilómetro 0 Sa Cularsega, en el Puerto de Mahón. El Camí de Cavalls se divide en 20 etapas oficiales de entre 5 y 13 kilómetros, perfectamente señalizadas y siguiendo la dirección contraria a las agujas del reloj. La mayor parte de ellas son de dificultad fácil o media, y se recorren entre 2 y 4 horas.
Entre los principales atractivos del Camí de Cavalls podemos encontrar el Parque Natural de S’Albufera des Grau; las maravillosas playas vírgenes del espectacular entorno del faro de Faváritx o Es Mercadal y las aguas turquesa y arenas blancas de Cala en Turqueta, Cala Macarella, Cala Mitjana o Cala Galdana; la zona de costa más salvaje y espectacular de Menorca entre Cala Pregonda y Cala en Calderer; la variedad de colores de la costa norte menorquina que se despliegan entre Els Alocs y Pla de Mar; la llanura pedregosa de la costa oeste en el tramo comprendido entre Punta Nati y Pont d’en Gil; la torre de Alcafar y el faro de la isla del Aire, cerca de Punta Prima… Toda la variedad de paisajes de Menorca, su flora, su fauna, su arquitectura y su historia, asaltan sin piedad al que disfruta del camino.
Desde su acondicionamiento integral en 2010, todo el sendero se puede recorrer a pie. Además, existen bastantes tramos que se pueden hacer en bicicleta, pero otros resultan impracticables. Para despejar esta y otras dudas sobre las características del recorrido es muy recomendable consultar alguna de las diversas guías -una de ellas, la oficial del Consell Insular de Menorca– publicadas sobre el Camí de Cavalls, tanto en papel como en formato e-book. También se pueden encontrar en Internet mapas detallados de cada una de las etapas en PDF. Además, existe una agencia de viajes específicamente dedicada al camino, Camí de Cavalls 360º, que facilita todo tipo de opciones y servicios para recorrerlo con garantías.
Hay que tener en cuenta que no se permite acampar en el recorrido del Camí de Cavalls, que no existen en el mismo albergues para caminantes o que incluso hay tramos bastante extensos en los que ni siquiera hay lugares cercanos para pernoctar. Entre las recomendaciones principales para enfrentarse con buen pie al Camí de Cavalls podemos destacar comida y agua suficientes, protección solar y gorro en verano -aunque no es recomendable recorrer el sendero con excesivo calor- y gafas y tubo para bucear. Una buena parte del camino es bastante pedregoso, así que es fundamental utilizar un calzado adecuado y cómodo. También se recomienda realizar las etapas de este a oeste, para tener siempre que sea posible el sol a la espalda y no resultar deslumbrados.
Como se puede leer en el prólogo de la Guía del Camí de Cavalls del Govern Balear, éste «no es, tan solo, un camino hecho de la suma de veredas o senderos, que da la vuelta a la isla, sino un patrimonio colectivo que forma parte de nuestra identidad». Anímate a recorrerlo, entero o en parte, para imbuirte de su espíritu y sentirte un menorquín más.