Agua, harina, masa madre, huevos, levadura, azúcar y manteca de cerdo. Ni más… ni menos. Estos son los ingredientes básicos de la indudable reina de la repostería tradicional de Mallorca: la ensaimada. Pero cuidado: este bollo con forma de concha de caracol puede llegar a volverte loco.

Ya sea en formato grande (esas enormes cajas que invaden los aviones que parten desde la isla hacia medio mundo) o en el más reducido, la ensaimada causa adicción. Por eso hemos decidido investigar concienzudamente hasta que finalmente hemos dado con estos 5 lugares de Mallorca donde comer la mejor ensaimada.

Can Joan de S’Aigo 

Empezamos con un clásico en toda la extensión de la palabra. Un obrador fundado en el año 1700 por el repostero que le da nombre (Joan de S’Aigo), que se ha convertido en uno de los establecimientos de restauración más famosos de la isla y que cuenta con dos sucursales más en la capital mallorquina. Son especialistas en las ensaimadas individuales, servidas tibias y en un plato caliente: de crema, de albaricoques, de nata e incluso de «tallades», esas típicas ensaimadas elaboradas para el carnaval que, en vez de ir rellenas, llevan sobrasada y dulce de calabaza. Se recomienda acompañarlas con su helado artesanal de almendra. No en vano, el señor S’Aigo comenzó elaborando los llamados «panes de nieve» con hielo recogido en la mismísima Sierra de Tramuntana. ¡Ah! si deseas llevarte alguna, más te vale que la encargues con -al menos- un par de días de antelación.

Can Joan de S'Aigo_Mallorca

(Can Sanc, 10. Palma)

Horno Santo Cristo

Fundado por la familia Coll en 1910, el Horno Santo Cristo se ha convertido en uno de los negocios más emblemáticos de Palma de Mallorca. Poseen dos sucursales en pleno casco histórico de la ciudad. Los propietarios tuvieron que obtener el beneplácito del Obispado para registrar el nombre de su horno. Y es que sus ensaimadas son conocidas en medio planeta; entre otras cosas, gracias a que, ya en 1960, comenzaron a repartirlas en mano por los mejores hoteles de la ciudad. En la actualidad, se pueden encargar sus ensaimadas -y demás productos- a través de la tienda online.

Horno Santo Cristo_Mallorca

(Carrer de San Miguel, 47 y Calle Paraires, 2. Palma)

Forn de Es Pont

Otro clásico mallorquín que no puede faltar en nuestra caza de la ensaimada perfecta. El Forn de Es Pont destaca sobre todo por una amplísima variedad de especialidades. Y también porque el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida de este dulce tan mallorquín le ha otorgado la máxima puntuación posible a sus ensaimadas de cabello de ángel. Abierto desde 1964, el horno cuenta con una página web donde se detallan con todo lujo sus variedades y donde se pueden realizar encargos hasta con 36 horas de antelación.

Forn de Es Pont

(Camí de la Vileta, 121. Palma)

Forn de Sant Francesc

Pero ¡ojo!, no todas las grandes ensaimadas mallorquinas se pueden degustar en la capital. Nos trasladamos al interior de la isla, a la localidad de Inca, para catar la que se llevó el premio a la Mejor Ensaimada del Mundo en la primera edición de este galardón, llevada a cabo en 2017 con la colaboración de la Associació de Forners i Pastissers, entre otras entidades. Atentos especialmente a su ya famosa ensaimada de Kinder, elaborada con esmero por su actual propietario, Joan Seguí.

Forn de Sant Francesc

(San Francisco, 126. Inca)

Forn i Pastisseria Gelabert

Nuestras pesquisas en busca de la ensaimada perfecta solo pueden acabar con la actual campeona oficial. La que se ha llevado el galardón a la Mejor Ensaimada del Mundo en su segunda edición, la de 2018. Un -hasta ahora- muy poco conocido local de la pequeñísima localidad de Llubí (muy cercana a Inca), que está destinado a convertirse en lugar de peregrinación para golosos. Lo regenta Antònia Gelabert, nieta de Jaume, que abrió el negocio hace ya 80 años, en 1938.

Forn i Pastisseria Gelabert_Mallorca

(Carrer la Carretera, 61. Llubí)

Y por si aún se ha quedado alguien con hambre, podemos recomendar otros 5 lugares donde encontrar algo muy parecido a la ensaimada perfecta: Can Tofolet y su ensaimada de almendra, en Llucmajor; la de crema tostada en Can Marroig (Sóller); las individuales (o de desayuno) que podemos encontrar en Campomar (Peguet); la deliciosa ensaimada de chocolate de Reina María Cristina (Palma); o las del Forn d’Es Casino de Banyalbufar. ¡Bon profit!

 

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