La historia de Menorca (y Mallorca, claro) está ligada a unas grandes rocas de piedra que sostienen extraños monumentos. Fueron construidos hace más de 4.000 años por los descendientes de los primeros habitantes de las islas. Una civilización que desarrolló una cultura propia: la cultura Talayótica. Hoy te proponemos una ruta por los poblados Talayóticos de Menorca.
La densidad de yacimientos de Menorca hace que sea un paraíso arqueológico. La isla tiene una superficie de 700 km2 y cuenta con 1.574 yacimientos. O lo que es lo mismo: 2 monumentos por kilómetro cuadrado.
Naveta des Tudons
La Naveta des Tudons es, sin duda, el monumento prehistórico más emblemático de Menorca. Las navetas son un tipo de construcción funeraria que sólo encontrarás en la isla. Se encuentra en un excelente estado de conservación, pese a que en marzo de 2018 amaneció repleta de pintadas.
Por favor, cuando visites un monumento de esta magnitud recuerda respetar y cuidar la obra y su entorno. En La Naveta des Tudons se hacían enterramientos colectivos. De hecho durante las excavaciones encontraron cien individuos con ajuar.
Poblado talayótico de Torre d’en Galmés
El poblado talayótico de Torre d’en Galmés consta de 6 hectáreas (el más grande de Menorca y sin duda de todas las islas). Está situado sobre una colina desde donde tiene una panorámica fantástica de la costa sur. Es justo esta localización junto tres talayots lo que hace pensar que este poblado tenía cierto poder sobre el resto de poblados talayóticos de Menorca. Actualmente la zona cuenta con un centro de interpretación muy recomendable.
Poblado talayótico de Talatí de Dalt
Este poblado talayótico es famoso por su buen estado de conservación y su particular taula. Talatí de Dalt también tiene una necrópolis de cuevas artificiales. Conserva el santuario de taula, algunos tramos de muralla, casas típicas talayóticas y salas hipóstilas. Su dimensión es mediana. En su momento de apogeo llegaron a vivir cerca de cien personas. Que, por cierto, era una comunidad ganadera y agricultora debido a los restos de cerámica y fauna que se encontraron.
Poblado talayótico de Torralba d’en Salord
En el poblado de Torralba d’en Salord destacan dos talayots, una sala hipóstila (es decir, que está cubierta y sostenida por columnas), el recinto de taula y algunas cuevas. La taula y el recinto son los restos más espectaculares que tiene el poblado. Es un edificio de culto que tiene forma de herradura y capillas. La taula por su parte está construida con dos grandes bloques de piedra, uno horizontal y otro vertical.
Poblado talayótico de Trepucó
Se trata de un poblado talayótico de cerca de 5.000 m2. Sabemos que en su origen estuvo amurallado. Sin embargo actualmente sólo se conservan algunos tramos de la muralla, dos torres cuadradas y dos talayots, restos de viviendas y el recinto de taula. Las viviendas, con patio central y varias habitaciones, se pueden ver perfectamente en la zona oeste, gracias a unas excavaciones que se hicieron hace unos años. El poblado talayótico de Trepucó fue destruido durante la II Guerra Púnica.
Necrópolis de Cala Morell
Cerca de una urbanización de la costa norte de Ciutadella, en Cala Morell, está una de las necrópolis más asombrosas de toda la isla. Está formada por catorce cuevas artificiales. El interior de algunas de estas galerías subterráneas o hipogeos pretendían imitar las casas circulares de la época talayótica. El hipogeo más espectacular tiene motivos arquitectónicos clásicos en relieve en la fachada imitando modelos de cornisas etruscas. Además de esta necrópolis, también existe un poblado pretalayótico. Muy aconsejable visitarlo.
Lo cierto es que existen aún más poblados talayóticos en la isla. Después llegaron los romanos, las invasiones de vándalos, árabes, ataques piratas, etc. y pese a todo aquí están. Esta ruta por los poblados talayóticos de Menorca bien merece una visita.